miércoles, 16 de agosto de 2017

“Hay material para dar dos vueltas más”

Fede Monetti, el mejor refuerzo en la historia de mi club, se sacó el cassette y habló de todo. Las sensaciones del jugador que adora rasparse.

Por Kanata


Me abrió la puerta y enseguida se tiró al piso. “Perdón, Kan, me patiné”, se excusó. Yo no le creí y supe que fue adrede (yo y sólo yo tengo su estadística). Este sujeto lleva 37 horas jugadas en Isótopos: durante 24 horas y 18 minutos estuvo en posición horizontal (barriéndose) y solamente 12 horas y 42 minutos permaneció en postura vertical (como la gente normal).

Luego de ese suceso, tan extraño como espantoso, Fede abrió un vino y sirvió dos copas sin consultarme. Por supuesto que accedí sin chistar. Incluso me animé a preguntarle: “¿Tenés pipa, loquito?”. El Monetti que no ataja me respondió irritado: “No, para cumplir mi deber debo cuidar mis pulmones. ¿No te diste cuenta que soy el único que corre?”. Asentí con la cabeza y comenzamos a beber.

El diálogo que transcribo abajo es la charla que mantuvimos antes de ponernos en pedo.

- ¿Por qué quisiste jugar en mi club?

- Tengo muchas preguntas en mi vida sin respuestas: ¿quién nació primero, si el huevo o la gallina?, ¿hasta dónde se lavan la cara los pelados? y ¿por qué juego en Iso? Al principio me costó adaptarme a su juego directo y a otras cosas, como ver a un arquero con resaca, jogging, zapatillas y bufanda, pero finalmente me acostumbré. Además, interiormente, sé que hay material para dar dos vueltas más como mínimo.

- Decime el podio de los mejores momentos que viviste en Isótopos. Es una orden.

- El mejor se dio en el festejo del título y fue cuando Nico le erró al abrazo de la muchedumbre. El segundo fue un gol de tiro libre del Lobo, en un partido muy difícil ante Tulusela. Y el tercero fue el día de los tres goles de Maxo contra Ruta 36.

- ¿Y el peor momento?

- El peor fue en el torneo pasado, cuando Jony se hizo expulsar en el único partido que terminamos perdiendo. Te cuento la posta, Kan: creí que anímicamente el equipo no se levantaba más. Está claro que si no salíamos campeones era culpa del Galván más oscuro.

- Vos que conocés a Nico de chico, ¿por qué juega tan poco?

- No lo sé, es otra de las grandes dudas que tengo. Creo que hasta el semestre anterior la pasaba mejor afuera, "alentando". Ahora, que nos mudamos al torneo con offside, lo noto más metido pero en cualquier momento inventa una excusa y empieza a faltar de nuevo. Es un idiota.

- ¿Creés que Juani debe dejar el fútbol?

- Me ponés en un compromiso porque es buena gente. Ojo, una virtud tiene: como es alto, en la pelota parada a favor se lleva dos marcas y libera a un cabeceador nuestro.

- Vos fuiste el que acercó a Pato. ¿Cómo lo describirías? Yo lo haría así: dañino a la vista y un culto a la efectividad.

- Tal cual, Kan, sos un genio. Futbolísticamente no le encuentro virtudes, pero tampoco defectos. Es lento, pero jamás lo pasan. No tiene calidad técnica, pero nunca pierde la pelota. Rechaza con los ojos cerrados, pero siempre le cae a un compañero. Es más, tengo una certeza: no es alpinista, pero es capaz de escalar el Everest.

- ¿Virtudes y defectos del nuevo Isótopos? Ustedes son tan raros que salieron campeones jugando al pelotazo y ahora se hacen los que tocan…

- La virtud que tiene este Iso es que juega más concentrado, todos nos comprometemos más: los defensores para atacar y los delanteros para defender. Eso me encanta porque tengo que correr lo mismo pero entro más en juego. ¿Defectos? En dos partidos no vi ninguno, ojalá sigamos así.

Luego del cuarto vino, copeteados los dos, consideré que debía regresar a mi cucha. Fede, tal como lo imaginaba, se fue barriendo desde el living hasta la puerta. Cuando se paró, nos abrazamos. Lloramos. Gritamos “dale campeón”. Nos dijimos “te quiero”. Lloramos again. Me fui. Cerró la puerta. Volví. Espié por la cerradura. Se abrió otro vino. Me fui de nuevo.

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